sexo profesora cachonda parte 3 relato erotico

Ahí estaba yo, dejándome comer la polla a saco por mi profesora de geometría. Chupaba con una técnica increíble y muy depurada, haciéndome sentir como un auténtico dios del sexo en todo momento. Podían pillarnos en cualquier momento en plena faena, pero eso hacía que toda la escena fuera mucho más excitante y morbosa. El peligro de ser descubiertos por otro profesor o alumno del centro aumentaban nuestras ganas de sexo hasta límites insospechados. Si ya habíamos disfrutado de una sesión de sexo clandestino con anterioridad, bien podíamos repetir con un resultado excelente.

Después de aquella buena sesión de sexo oral, decidimos cambiar la postura y probar algo nuevo. Por eso, me armé de valor para proponer a mi profesora si quería que le diera bien duro por detrás. Al principio se mostró algo reticente, pero tras unos segundos decidió aceptar y probar un poco de sexo anal en su propio cuerpo. De modo que me dio la espalda y con una sensualidad increíble, se agachó hasta poner su delicioso culito en pompa. No pude resistirme y acaricié aquellas nalgas que vibraban con cada golpe que le daba con mis propias manos. Cada vez que lo hacía, ella suspiraba de placer. Se notaba que estaba tan excitada como yo, así que no quise hacer más larga la espera y tras lubricarme bien la polla de arriba abajo, comencé a metérsela con sumo cuidado.

Al principio costaba un poco que entrara, pero tras varios intentos conseguí metérsela por el culo hasta el fondo. Ella gemía como si se tratara de una auténtica profesional del mundo del porno. Desde luego, atributos no le faltaban. Sus enormes tetas rebotaban con cada enculada que le pegaba, haciendo de la situación algo mucho más excitante. De vez en cuando azotaba su culito con mis manos, consiguiendo que ella se pusiera a cien. Al ver que respondía tan bien ante los cachetes que le pegaba en el culo, me vine arriba y le agarré del pelo mientras le sodomizaba a saco y sin piedad alguna. Quería que sintiera toda mi polla dentro de su culito prieto hasta petárselo bien y alcanzar juntos uno de los mejores orgasmos de nuestras vidas.

Estábamos extasiados en aquel momento sexual tan vibrante y sugerente. Tanto es así que empezamos a sudar, cosa que facilitó que nuestros cuerpos frotaran y se deslizaran entre sí con mucha facilidad. El calor era sofocante, pero nuestras ganas de sexo superaban cualquier inconveniente. Pude sentir como mi polla estaba a punto de explotar y llenar de semen ese dulce culito sediento de placer. Sin embargo, algo ocurrió que nos obligó a parar en seco y dirigir nuestras miradas a la puerta del aula. Justo en aquel momento, entró el mismísimo director del centro. Nos quedamos completamente de piedra, sin poder decir nada en absoluto. ¿Qué iba a ser de nosotros ahora? Me expulsarían del centro y echarían a la profesora? Pues nada más lejos de la realidad…

Continuará…

Comentarios cachondos

¿Qué te parece el video? ¿Te va la marcha?